sábado, 4 de junio de 2016



ENSAYO SOBRE LA “RESPONSABILIDAD UN VALOR DIFÍCIL DE ENCONTRAR”


La responsabilidad, dentro de las relaciones sociales y en los diferentes aspectos de intercambio y dinámicas humanas, es algo que usualmente se cita como una de las grandes fortalezas de una persona y, a su vez, algo que se demanda con frecuencia de alguien, pero ¿somos seres realmente responsables? La palabra “responsabilidad” proviene de la palabra responsun es una forma de ser considerado sujeto de una deuda u obligación. Obligación de responder por los actos que alguien ejecuta o que otros hacen: cargar con la responsabilidad. El concepto general de responsabilidad abarca aspectos como cumplir con las obligaciones que ha adquirido una persona. Por ejemplo, una persona responsable es aquella que cumple con sus funciones como padre, o que proporciona los recursos económicos para sus hijos, para el hogar, etc. O aquella que cumple con sus deberes laborales, sin faltar, sin llegar al estado de ebriedad, etc. La responsabilidad es un valor muy importante en la vida de los seres humanos, se refiere a la capacidad de reconocer y aceptar las consecuencias de un hecho realizado libremente. Sin embargo la responsabilidad es un valor difícil de alcanzar, un valor el cual cada día se observa menos y considero que esto no debería de pasar es importante que aprendamos a ser responsables, ¿pero cómo ser responsables? ¿Cómo lograrlo? Yo creo que no es tan difícil, porque la responsabilidad es algo que todo ser humano debería tener o al menos así pienso, aunque también hay pasos que nos ayudan a ser responsables. La responsabilidad es un valor del que dependen las relaciones humanas, por esto para poder ser responsables se deben seguir tres pasos que nos conducirán a lograr este valor importante para el ser humano¸ el primer paso para poseer la responsabilidad es percatarnos de que toda acción que hagamos, tiene una consecuencia y que depende de nosotros mismos, porque somos nosotros quienes decidimos. Esto nos lleva al segundo paso que se refiere a que debemos hacer que nuestros actos correspondan a nuestras promesas, por ejemplo si prometemos “hacer lo correcto” y no lo hacemos, estamos siendo irresponsables. Por esto es importante abordar el tercer paso que nos dice que debemos educar la responsabilidad, corrigiendo lo que hacemos mal y volverlo a poner en práctica.
Nosotros somos los “Arquitectos de nuestro propio destino”, pues en la vida diaria existen circunstancias en las que no podemos cumplir con nuestra responsabilidad. Por ejemplo, por alguna enfermedad cancelamos un compromiso o cuando hay demasiado tránsito vehicular y llegamos tarde a una cita. Esos casos son entendibles y justificables. Sin embargo hay otros casos en los que las personas poseen todo lo necesario para realizar sus obligaciones y no las hace. A estas personas se les llama desobligadas y claro esto tiene consecuencias, la primera es que los demás pierden interés hacia él y la otra es que estas personas son incapaces de dar una orientación a su vida. Para poder ser responsables debemos seguir el camino que nos conducirá al logro de este valor, el cual nos dice que hay que aprovechar al máximo nuestro recurso más valioso que tenemos: el pensamiento, esto nos dice que antes de comprometernos a algo debemos pensar si podemos cumplirlo. Cuando no podamos realizar una obligación, no debemos de echarle la culpa a otras personas porque la responsabilidad es solo de nosotros y también es importante señalar que no hay que sentirnos presionados por el peso de nuestras obligaciones, lo recomendable es establecer un equilibrio entre divertirnos, estudiar y/o cualquier obligación que tengamos, así cumpliremos con lo que debemos realizar y con lo que queremos hacer.
La responsabilidad es el valor que nos permite responder por nuestros actos, a veces en las personas es difícil reconocer que no cumplen con sus obligaciones, promesas y/o compromisos, es por eso que debemos de poner en práctica los tres pasos que ayudarán a las personas a ser responsables, recordando el primero es reconocer que tenemos una obligación o algo que cumplir, es segundo cumplir nuestra obligación y el tercero corregir si algo salió mal y volver a empezar. Sin embargo no es suficiente porque la responsabilidad es un valor que requiere de voluntad propia, es por esto que nosotros somos los Arquitectos de nuestro propio destino, ya que a veces poseemos todo lo necesario para cumplir nuestras obligaciones y no las cumplimos, lo recomendable es que aunque no tengamos los recursos necesarios siempre hay que buscar cumplir con nuestras obligaciones, y para tomar el camino de la responsabilidad debemos ser sinceros al momento de tomar una responsabilidad, porque quizás no tengamos la capacidad para cumplir, también es importante que nosotros sepamos asumir nuestras obligaciones, es decir si no podemos cumplir una obligación, no debemos culpar a los demás, sino asumir la tarea y resolverla por nosotros mismos y por último debemos de crear un equilibrio entre lo que debemos hacer y lo que queremos hacer, así no existirá presión sobre nosotros y podremos cumplir con nuestras responsabilidades satisfactoriamente.

La responsabilidad nos hace ver cada día como artífices de nuestro propio destino, según sean nuestras actuaciones así será también el reflejo de lo que cada persona representa en el medio en que vive, cuando somos responsables en todas las actividades de nuestro diario vivir nos ganamos el cariño y aprecio de cuantos nos rodean, y seremos tenidos en cuenta por quienes conocen nuestra responsabilidad por el contrario cuando la responsabilidad falta en nuestras vidas seremos objeto de desprecio, desconfianza, y jamás podrá tenerse en cuenta para algo útil a quien no es capaz de demostrar con sus actos que posee responsabilidad.
Cuando somos personas responsables, podemos enfrentar diversas situaciones que se presentan en la vida, tanto adversa como positiva, teniendo la plena seguridad de que nuestro comportamiento es básico para vencer los obstáculos que a diario se presentan. Si tenemos libertad de expresión y convicción, podremos demostrar que la responsabilidad es un acto de libre compromiso en el que la persona desarrolla sus capacidades de liderazgo. La responsabilidad de las personas es muy importante ya que se trata de uno de los valores que permiten ordenar la vida tanto individual como en comunidad, demostrando con esto el compromiso con las propias decisiones y con las consecuencias que éstas pueden generarle tanto a la persona en sí como a quienes lo rodean. En fin si queremos ser aceptados en la sociedad como un miembro más de ella, no olvidemos que cada uno de nosotros somos responsables de nuestros propio destino; por los actos que realizamos, teniendo siempre presente que la responsabilidad es la base de un buen desempeño de las actividades que ante la sociedad debemos cumplir en las diferentes etapas de nuestra vida., además no afectemos a terceros por no ser responsables.
 ¡Fomentemos la responsabilidad!



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